RECETA DE QUESO CON MEMBRILLO Y NUECES ACTUALIZADO CON CREMA Y TEJA DE QUESO

Todos aquellos que hayan estado en una sidrería o asador de los que abundan en el País Vasco y Navarra habrán llegado a los postres hasta arriba de sidra y les habrán servido el tradicional Queso de oveja curado con membrillo y nueces, pues esto es lo que os presento hoy, pero refinado o actualizado. Os traigo la renovación de este tradicional postre que cierra una buena comida o cena en cualquier sidrería que se precie al que hemos añadido una crema de queso y una sutil teja también de queso a modo de crujiente.Como se suele decir txotx.

• Queso Curado de Oveja (en este caso D.O.Roncal): 1 cuña de 250 gr.
• Dulce o Carne de Membrillo: 1 trozo o paquete
• Nata para cocinar: 75 ml. 
• Nueces peladas: 4/6 medias
• Miel
• Papel para horno

1. En primer lugar, vamos a dividir la cuña de queso en tres partes. En primer lugar, sacamos una o dos láminas de 4 mm de espesor. Después sacamos cuatro cuadraditos de queso para hacer los crujientes y finalmente el resto lo usaremos para la crema.
2. Para hacer la salsa o crema de queso, ponemos la nata en una sartén pequeña a fuego medio y rallamos sobre ella la parte de queso reservada para ello. (Si tenemos un rallador tipo microplane  mejor, ya que cuanto más fino ralle mejor quedará la salsa). Removemos de vez en cuando para que ligue el conjunto. Probamos de sabor y si es demasiado suave para nuestro gusto añadimos un poco más de queso. Dejamos que espese, teniendo en cuenta que al enfríar lo hará un poco más,formará una crema suave, retiramos del fuego y reservamos.
3. Para las torres de queso y membrillo, cortamos la cuña de queso en cuadraditos de 1,5 cm de lado aproximadamente y hacemos lo mismo con el dulce de membrillo sacando "fichas" de igual tamaño. Reservanos.
4. Montamos dos pequeñas torres, una con tres trozos de queso y dos de membrillo y otra con dos y uno (la lámina superior puede ser más fina si queremos). Reservamos.
5. Finalmente hacemos el crujiente o teja de queso, para ello cortamos 4 láminas rectangulares de papel para horno del tamaño que queramos que tenga nuestra teja. Con el rallador fino rallamos los trocitos reservados sobre cada una de ellas distribuyendo el contenido por la superficie. Metemos de uno en uno los papelitos al microondas durante 20/30 segundos a potencia máxima, el tiempo exacto depende del micro. Sacamos y reservamos.

• Cogemos un plato bonito (en este caso un plato oscuro hará contraste, como por ejemplo la pizarra) y pintamos una base de crema de queso con la ceatividad que queramos (podemos usar una brocha de cocina o el revés de una cuchara). Si ha espesado demasiado para nuestro gusto podemos añadir un poco de leche tibia o del tiempo y ligar bien.
• Colocamos las dos torres de queso y membrillo, una en vertical y otra en horizontal, tal como se ve en la foto de la derecha
• Entre ellas ponemos la teja crujiente de queso (que se desprende perfectamente del papel de horno)
• Colocamos una nuez de forma graciosa (también podemos ponerla troceada)
• Decoramos con un hilo de miel con cuidado que no caiga sobre la teja y listo.
• Si lo acompañamos con una bolita de helado de cuajada quemada de Ultzama ya es insuperable.
• Podemos acompañarla con una copa de vino tinto.

• Es conveniente rallar el queso sobre la nata de forma fina para que la salsa quede buena, si se notan los grumos del queso podemos batir un poco el conjunto.
• No debemos ser rácanos a la hora de hacer las tejas ya que como se deshidratan en el microondas si hay poco queso quedarán escasas. 
• Todos los componentes del postre se pueden preparar con antelación y montar en el momento de servir, ya que las tejas aguantan muy bien si no las separamos del papel sulfurizado.

• Una música que le va como anillo al dedo a este postre es cualquier canción tradicional euskalduna, podríamos poner una movida y fiestera ya que estamos ante un postre típico de sidrerías, pero yo he elegido un tema más tranquilo y en una interpretación preciosa, ya que la finura del plato creo que lo merece, en este caso de Mikel Laboa, cuyas canciones se han convertido ya en clásicos populares que forman parte del folclore vasco, especialmente el Txoria txori ('El Pájaro (es) pájaro', en castellano), su canción más conocida, que llegó a ser interpretada por Joan Báez con su letra original en euskera. Os dejo con Txoria Txori de Mikel Laboa interpretada junto al Orfeón Donostiarra.