La sopa de tomate que presentamos hoy es un guiso de tradición andaluza, que ha permitido alimentarse a varias generaciones, sobre todo en el "tiempo del hambre" al tratarse de una preparación de aprovechamiento o recuperación, reciclaje llamamos ahora, que permitía aprovechar el pan duro y algunas hortalizas pasadas de maduración acompañado de una hierba, la yerbabuena o hierbabuena, que crece silvestre y en todos los arriates y macetas de las casas andaluzas. El recuerdo que me trae a mi este guiso es el de mi abuela Nena y mi abuelo Paco, espero que esta receta sea fiel a su manera de cocinar y a toda una generación No obstante, para los más atrevidos e innovadores, en el apartado Trucos, Variaciones y Consejos os doy alguna pista.
Por cierto, si os gusta esta receta típicamente andaluza aquí os dejo el enlace al resto de recetas de mi tierra que tengo recogidas en el blog, ole,ole.
Por cierto, si os gusta esta receta típicamente andaluza aquí os dejo el enlace al resto de recetas de mi tierra que tengo recogidas en el blog, ole,ole.
- Tomates maduros*1: 1 kg. (pueden ser de lata, en este caso 1 grande)
- Pan del día anterior o de dos días, mejor con mucha miga y si es campero: 300 gr.
- Hierbabuena fresca*2: unas ramas hermosas
- Pimiento verde: 2 (opcional, 1 más para decorar)
- Cebolla: 1/2
- Ajo: 2 dientes
- Agua o Caldo suave
- Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE)
- Pimienta
- Sal
- En primer lugar prepararemos los ingredientes para el refrito, para ello picamos el ajo (también se puede poner en rodajas finas), cortamos la cebolla y el tomate en brunoise pequeño y el pimiento en bastoncitos o tiras finas.
- En una sartén o cazuela amplias para que luego quepan todo los ingredientes ponemos un chorro generoso de AOVE y añadimos los ajos dejando que se frían, pero que no se doren ya que darían sabor quemado a la sopa. Antes de que esto ocurra añadimos la cebolla y el pimiento y dejamos pochar a fuego medio durante 8 minutos aproximadamente. Podemos añadir la sal en este momento para facilitar que suelte el agua.
- Pasado este tiempo añadimos el tomate troceado y dejamos que ligue y pierda el agua durante otros 15 minutos.
- Mientras tanto, vamos cortando el pan en trozos medianos y lavamos bien la yerbabuena. El pan se puede remojar un poco en el agua o caldo antes de añadirlo.
- Cuando el refrito haya ligado añadimos el pan migado y removemos para que ligue.
- Si queremos podemos poner una sartén con un chorro de AOVE y freímos unas tiras de pimiento para decorar.
- Cuando recupere el hervor añadimos las hojas o ramas de yerbabuena, rectificamos de sal y añadimos si nos apetece un poco de pimienta, removemos, dejamos cocer hasta que vuelva a espesar, unos 2 o 3 minutos más y listo.
- En una cazuela de barro o cuenco servimos la sopa muy caliente y decoramos con unas tiras de pimientos fritos si nos apetece o con un huevo de codorniz frito como se ve en la foto de la derecha.
- *1 Si utilizamos tomates frescos deben estar bastante maduros y ser de una variedad jugosa y que aporte caldo y sabor. No obstante, si utilizamos tomate de bote, ya sea industrial o puesto en casa (si quieres aprender cómo, pincha aquí), nos garantizamos todo esto y también reducimos los tiempos de cocción. Yo recomiendo en este caso, tomate de bote o lata, crudo, pelado y entero, en este caso, lo cortaremos en trozos medianitos y con ello mantendremos la esencia del plato.
- Otra opción es utilizar tomate puesto en casa en botes, algo muy típico en los pueblos y en el norte del país que embotan de todo (espárragos, atún, pimiento del piquillo, tomate...). En este caso, podemos tener tomate embotado en crudo, en cuyo caso lo usaremos igual que hemos visto antes, o bien tomate embotado refrito con ajo y cebolla, en cuyo caso sería sólo necesario incorporar los pimientos, el pan y la yerbabuena y probar de sal.
- Por si os animáis a hacer botes en casa os dejo dos enlaces para aprender este procedimiento, uno para el tomate y el atún y otro para los pimientos.
- *2 Es imprescindible que la yerbabuena sea fresca para esta sopa, ya que constituye la esencia aromática del plato y le otorga su personalidad.
- Si queremos innovar un poco podemos añadir unos taquitos de queso curado al guiso justo antes de servirlo.
- También admite el pasar el refrito por la batidora y añadir la yerbabuena, el pan frito y unas tiras de pimiento al final.
- Ante una sopa tradicional andaluza que ha servido de alimento a muchas generaciones y que a permitido dejar de pasar hambre a mucha gente se "marida" bien con una copla tradicional que recuerda a esa época de hambre pero que rezuma una alegría de vivir y de enamorarse que también es interesante en esos y en estos tiempos que corren, encima la protagonista es Ana María "la yerbabuena", reina de este plato y para rematar está interpretada por la gran Rocío Jurado.
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A mi me gustan con un huevo escalfado encima, está así riquísimo. Típico en Extremadura
ResponderEliminarLa verdad es que ya con huevo es un escándalo!!! Muy bueno y muy tradicional
Eliminarsopa de tomate es sopa de tomate, tradicionalmente, pan, ajo, cebolla, pimiento, tomate y su hierbabuena, lógicamente aceite y caldo. hombre, se le puede echar huevo y está buena, también se puede hacer con gambas.
ResponderEliminarsopa de tomate es sopa de tomate, tradicionalmente, pan, ajo, cebolla, pimiento, tomate y su hierbabuena, lógicamente aceite y caldo. hombre, se le puede echar huevo y está buena, también se puede hacer con gambas.
ResponderEliminarProbadla con uvas (que no estén verdes), a ser posible de la variedad pedro ximenez o también moscatel. Tienen semillas, pero tienen el dulzor justo para contrastar con la acidez del tomate. En este caso hay que añadir más caldo-agua. Delicioso
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