Hasta el próximo 12 de mayo, los doce restaurantes que componen la Asocación de Restaurantes del Reyno ofrecen esta armonía en sus menús, bajo el lema "En primavera Rosados y Verduras de Navarra". Tras
la apertura oficial de la temporada de verduras de primavera, la
Asociación de Restaurantes del Reyno, en colaboración con el Consejo
Regulador de la Denominación de Origen Navarra, presentan, por tercer
año consecutivo, una iniciativa singular que consiste en armonizar en un
menú las verduras de primavera y los rosados de Navarra,
a un precio único y cerrado en le que se ofrece un menú donde la
verdura es la protagonista indiscutible buscando que maride con el
rosado Navarro. El menú está compuesto por un entrante,tres medias raciones, postre, rosado y agua
Estas
doce propuestas gastronómicas maridan a la perfección con el vino rosado D.O. Navarra. En primavera, los rosados de Navarra ofrecen toda su frescura y
acompañan a la perfección a los mejores platos de verdura de nuestra
tierra. La calidad de estos vinos no ha hecho sino mejorar, y su
elaboración es cada vez más esmerada. La variedad Garnacha, sola o
acompañada por otras uvas tintas como la Tempranillo, Cabernet Sauvignon
o Merlot, a través del selecto sistema de sangrado de mostos, da lugar a
vinos de sugerente color, de rico aroma afrutado y fresco paladar. al precio final de 39 euros, IVA incluido.
Los Restaurantes del Reyno quieren sorprender a los clientes
con unos atractivos menús de temporada donde la presencia de huerta se
encuentra en todos sus platos. Es ahora, en primavera, cuando las
verduras se encuentran en su plenitud con los espárragos, alcachofas, habitas, guisantes, borrajas, etc…, que hacen las delicias de los cocineros por las muchas posibilidades de las mismas y su gran versatilidad. La cocina actual de calidad debe respetar los productos de
la tierra, tratarlos con cariño y respetar temporalidad de los mismos
para así crear una cocina racional y llena de posibilidades.
En esta ocasión he podido degustar dos de las doce propuestas presentadas: las de los Restaurantes Alhambra y Enekorri, ambos en Pamplona, gracias a la propia Asociación de restaurantes del Reyno y, en especial, a Andrea Chocarro, a la que también agradezco la cesión de las preciosas fotos de los platos que pudimos degustar.
El primero que voy a comentar y recomendar es el Restaurante Alhambra, situado en pleno centro de la capital Navarra, en la calle Francisco Bergamín, número 7, muy cerca de la Plaza de la Cruz, inaugurado en 1985, el Alhambra se ha convertido en una referencia obligada cuando se habla de la cocina Navarra. Continuando la vocación familiar, Iñaki Idoate y su hermana Esther
secundado por un buen equipo profesional, se mantienen una constante
evolución consiguiendo estar entre uno de los primeros restaurantes con
más prestigio de la ciudad.
Cuenta con una capacidad de 140 comensales. Dispone de
dos comedores privados con una capacidad de hasta 14 plazas y otro de 30
a 70 plazas. Los comedores son confortables, con una decoración muy cuidada y de
buen gusto cuidando cada detalle.
Se caracteriza por una cocina de autor, creativa y tradicional a la vez, que ofrece una
sugestiva carta que cambia cada temporada. La exigencia en los productos
de calidad y en una elaboración en la que no se pierden los sabores ni
las cualidades hace exquisitos la degustación de los platos. En los fogones, el chef Javier Díaz Zalduendo, en constante innovación, recrea
sus platos con productos de calidad dando máxima importancia a su
procedencia. La combinación de ingredientes es el secreto del buen gusto lo mantienen como uno de los mejores de la
capital navarra.
Ofrece una carta muy cuidad que cambia con las temporadas, adaptándose al producto, asimismo ofrece un Menú degustación con bebida aparte, la denominada Carta del Chef y el interesante Menú Alhambra con maridaje de vinos. A ello debemos sumar las propuestas que de forma periódica nos presentan en forma de Jornadas o Tallleres, como la que pudimos degustar dentro de la Campaña "En primavera rosados y verduras en los Restaurantes del Reyno"
El Menú estaba compuesto por un Aperitivo del Chef, en este caso, un Snack de verduritas en tempura y crema de calabaza y hongo, que estaba muy crujiente y que permitía comerlo con las manos mojando cada palito de verdura en la crema, terminando con el hongo en su punto.
Como primer plato una Ensalada templada de gambas con mostaza antigua, jamón de pato y crujiente de verduritas. Una mezcla muy agradable la de las gambas jugosas a la plancha y el crujiente aportado por las verduras en tiras finas y fritas, así como el frescor de la ensalada muy bien aliñada con la mostaza, completada con la melosidad del jamón de pato.
El segundo de los platos un Taglialoni con trufa negra, hongo beltza y aceite de perejil y almendra. La pasta estaba en su punto y el toque de trufa le quedaba genial, asímismo el aporte crujiente y a la vez gelatinoso de la lámina de hongo beltza redondeaba un plato que se completaba con unas verduritas en brunoise confitadas.
La tercera de las propuestas las arriesgadas Manitas deshuesadas crujientes, melaza de vino rosado de Navarra y verduras plancheadas suponen una vuelta de tuerca al recetario tradicional navarro en el que las manitas siempre han estado presentes, en este caso, deshuesadas y presentadas integradas en un crujiente que dotaba de fuerza a la melosidad características de las manitas que recibían el contrapunto con las verduritas plancheadas y una exquisita salsa en forma de melaza de vino rosado que le quedaba genial a la carne rebajándole ese punto "pegajoso" que la caracteriza.
Y para completar un Menú en el que en ningún caso podrás decir que te quedas con hambre y que estaba perfectamente equilibrado con los toque frios de las ensaladas, la jugosidasd de las manitas y el aporte cremoso de los taglialoni que mejor que un postre refrescante y no mujy dulce, Milhojas de crema de arroz con leche con crujiente de galleta rota. Con un grano perfecto y un punto semihelado muy refrescante con una galleta insertada que le aportaba un crunch muy interesante.
Y para acompañar el café, Petit fours de macarons y bombones helados (no incluido en el precio del menú)
Todo ello maridado con uno de los cuatro rosados navarros que participan en la campaña, en este caso Señorío de Sarría Viñedo Nº5 Rosado 2012 que como recoge la ficha de cata es un rosado 100% garnacha procedente de su Viñedo Nº5, plantado en 1953 en Señorío de Sarría. La antigüedad del viñedo y el bajo rendimiento del mismo nos permite obtener uva de excelente calidad, que da como resultado un rosado de alta expresión. De color rojo carmesí, en nariz se aprecia un intenso aroma a caramelo de fresa, lichis, pomelo y fruta
Durante toda la comida estuvimos asesorados por todo el equipo de sala del restaurante y recibimos consejos, trucos y confidencias de Iñaki Idoate. Como colofón pude pasar a la cocina y conocer al equipo del amigo Javier Díaz Zalduendo, artífice de todos estos platos, y comprobar el trabajo y dedicación que ponen en todo lo que hacen.
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